
Soy únicamente el resultado de una serie de eventos que han quebrado y destruido en innumerables ocasiones mi ser, produciendo una mente resquebrajada que procura confiar en todo el mundo, buscando esa voluntad inherente al ser que le permite no defraudar a los demás; sin embargo mientras mas me adentro el mundo de algunos de estos maravillosos seres la decepción y el dolor atraviesan mi mente, mi alma y mi corazón como una espada que solo se encuentra en una pared mientras que soy yo quien la introduzco voluntariamente en mi interior para acogerla dentro de mi calidez mientras que el frio de este acero invisible introduce innumerables sensaciones dando paso a una infinidad de reacciones sobre las cuales calculo la mayor cantidad de escenarios posibles, lo cual me lleva a una única conjetura y es que yo soy culpable de mi sufrimiento aunque existe el sufrimiento ajeno a mi existencia.
Es acaso esta una visión como la de buda?
Solo que en vez de observar hacia el exterior que distingo con claridad debo mirar estas etapas de la vida en mi ser?
El perpetuo sufrimiento de ver mi putrefacción desde mi nacimiento mi transformación y recordar bajo un sinfín de épocas que este ciclo se ah cumplido ininterrumpidamente haciendo que entre en la dualidad también cíclica por demás de un odio y afecto hacia mi mismo.
La decepción es enorme el dolor continua siendo inconmensurable y no hay ibuprofeno que logre apaciguar este sufrimiento no hay ninguna inyección en el trasero que apacigüe esta sensación de desesperación infinita de mi ausencia en mi interior.
El infierno regresa; tengo una foto tuya en mis manos, no me quemo, tampoco ella. Por que sucede?
Miro hacia el techo, como siempre hago este vez no es viaje corto, es mas ni siquiera es un viaje, es real me encuentro en llamas internamente y no soporto el sofocante ardor de mi infierno interior, busco auxilio en tu fotografía veo tu rostro y esos ojos expresivos que me sanan junto a esos labios dulces y venenosos como la “boca de algodón” que me llevan a enfrentar mis propios temores con cada roce que producen contra los míos, el alma duele pero no puedo usarte para salir, eso, seria mas ruin que mi propia existencia.
Busco otra solución para ultrajar al maligno quien es quien me ha dado la vida y ahora me tortura como su marioneta y como un lindo juguete que se pone en el escritorio como un pisapapeles pero nunca recuerdas que esta allí solo lo usas para un simple propósito, el cual aun no diviso; como decía anteriormente solo distingo en mi ser una serie de cadenas que me mueven a voluntad del titiritero de turno quien solo me provoca suplicios ya que esa es su labor. Pero aun tengo algunos vestigios de voluntad los cuales me permiten recorrer el camino del dolor en busca de mi paz.

Acto seguido soy trasportado al Aqueronte de mi interior y comienza mi visita guiada por mi maestra, quien perdió la vida en virtud de la sabiduría; en este punto en la unión del cielo y la tierra es donde se levanta la puerta de la verdad donde tus demonios acechan, allí aborde a Caronte acompañado por los cuatro jueces de mi apocalipsis los cuales me llevan recorrer mis círculos inferiores y mis pecados mas funestos en la cuidad de Dite.
Aquí solo hay dolor y agonía a mi alrededor es mi mundo mi infierno lo construí a mi gusto no me puedo quejar por lo que vea por que soy yo y asi desciendo después de verme en millones de formas de sufrimiento para ver que sigo sin ser mas que un contenedor. Veo al final del pozo mi alma torturada sin redención mas que la que el amor puede proporcionar y que deberé esperar pacientemente bajo las cadenas de mi desesperación y los cortes producidos por el estallar continuo de mi fragmentada mente.
Allí en mi fría celda en mi ataúd de carne sangre y huesos espero y esperare encadenado hasta el día de tu despertar para terminar con el triste exilio que vivo en esta realidad que yo mismo me construí hasta que tu gélido beso reviente estas cadenas y en abrazo tu manto oscuro brinde emoción a mi muerto corazón.
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